Fénix, criatura inmortal y escarlata, siembra tus plumas caídas en mi corazón para prestarme tu poder y lograr salvarlo. Cántame tu deliciosa melodía mientras me arropas sobre este lecho de cenizas que se enfrían. Llora, oh fenix, llora como nunca sobre mis heridas, ya que nada logra sanarlas y tu magia inmortal es la única que podrá.
Fenix, mi Fenix, quema mis deseos con tu fuego que solo muestras cuando mueres y vuelves a revivir, y acaríciame con el viento de tu fuerte aleteo dejándote ver tan puro y único como el ave mitológico que eres.
No se si es valentía, miedo, cabezonería, determinación o egoismo. Lo único que se es que no puedo rendirme, algo me hace mantenerme en la nada, esperando poder lograr todo por lo que he luchado.
El camino ha sido resbaladizo y difícil, y yo torpe, pero lo logré. Ahora soy la mejor versión de mi misma. Mis sentidos se han agudizado para permitirme apreciar cada momento y cosa maravillosa en mi vida.
Pero él ha sido todo lo que he amado de esta forma y lo volvería hacer sin dudarlo, sin importar cómo acabe. No es mi centro, no es sobre lo que giro, no es mi vida. Él es yo. Puede irse, puede odiarme, puede olvidarme, pero mi amor habrá sido tan puro y sincero como cuando te miras a ti misma al espejo y te sonríes. Con él me he descubierto, he crecido hacia arriba, hacia mi derecha e izquierda y hacia un camino largo e infinito delante mía. Siempre vivirá una parte del él en mi. Él es yo, yo soy él. No comparto su sangre pero tengo la felicidad que me regaló corriendo por mis venas. No tengo sus ojos pero tengo su mirada en mi retina. No tengo su corazón pero sí su latido en el mío.
Nunca podrá alejarse del todo ya que vive en mí. Vive en mi sonrisa, en mi forma de caminar y en mis sueños. Él es la mejor escusa para ser algo mejor y que así sea.
Da igual lo que sienta, da igual lo que sufra, da igual mis noches llorando, da igual mis ansiedades, da igual mi ciega fe, da lo mismo mi optimismo, no importa mi paciencia, de nada sirve mi amor, no importan mis palabras, no sirven mis esfuerzos, no importa mi entrega, no importa mi cariño, de nada sirve mis acaricias, da igual mis sentimientos, no importa lo mucho que le necesite... nada depende de mi, a pesar de todo, nunca ha estado en mi mano. No importa lo que sienta o haga ya que solo puedo quedarme en esta silla o levantarme e irme.
¡Qué de errores he cometido! Pero he tenido tantos aciertos que dan sombra hasta a mi cagada más monumental. Debo grabarmelo bien para no menospreciarme tanto cuando pienso que debo esperar en esta silla a que todo lo que tengo dentro, todo lo que siento, todo este arcoiris, encaje en su mundo en blanco y negro.
La noche, tan tranquila y que para una chica cangrejo y serpiente como yo significa dejar que mi corazón provoque un terremoto en mi mundo.
Debe ser agotador visto desde los ojos de otro que disfruta de la noche desde que el sol choca contra el horizonte para luego esconderse. Y yo lo hago. Realmente la disfruto por ser el único momento del día que esa voz que todos tenemos dentro se escuche tan claro como el sonido de tu propia garganta saliendo de tu boca cuando hablas. Mis sentimientos, deseos, miedos, mi amor e incluso mi propia sexualidad salen a la luz para mostrarme a mí misma quién soy. Disfruto la noche porque es un reencuentro conmigo misma pero es tan cruel y peligroso aveces que debo de limitar el tiempo de escucha y poner un buen filtro para no permitir que nada se salga de sus casillas.
Que insoportable debe ser no comprender todo lo que ocurre en mi cabeza. Pero luego veo que no soy la única persona a la que le pasa esa desdichada y profunda locura. ¿Por qué? ¿Acaso el pensar en todo es lo que me hace tan fuerte? No estoy segura si es bueno o malo pero tengo un mismo sentimiento al respecto como con mi capacidad de recordar todo a largo plazo, esa peculiar cualidad que otros llaman "maldición" que sólo a los que nos pasa lo entendemos. Puedo recordar todo y eso supone que todo me hace más feliz y todo me hace más triste. No olvido, y sería genial pensar que es por puro rencor, no. Recuerdo todo y si van de la mano con algún sentimiento más aún. Bien pues, mi "maldición" junto a mi locura nocturna son cosas que en ocasiones me aburren y hacen daño si no lo controlo pero estúpidamente son cosas que no cambiaría. Así soy yo y debo aceptarme primero y amarme primero para que los demas lo hagan. Claro que me controlaré para no dañar a nadie, quiero buscar la manera de ser yo misma con mis cualidades y que éstas provoquen felicidad o simplemente no afecten ni alteren para nada mi relación con los demás.
Este es el punto en el que pienso que una buena balanza le vendría bien a esta cáncer cabezota y sentimental.
Sea como fuere, hay un pensamiento que me ronda la cabeza noche si y noche también. Es como una especie de aguja clavada en mi cerebro, molesto pero real: Hay que aceptar los puntos negativos de una persona, y yo lo hago. Es decir, si amas a alguien, lo haces y no puedes pretender que sea perfecta porque eso es imposible. Existen miedos, inseguridades, trastornos, traumas, ansiedades, enfermedades, tristezas y muchas más dificultades.
Lo único que debes decidir es si tu corazón habla y sigue amando a esa persona a pesar de todo y si no, decidir estar solo o intentar buscar una persona que haya tenido tanta suerte en su vida como para ser perfecta y tener el coco limpio de mierdas.
Soy imperfecta, pero eso no importa ahora ya que no se trata de si eres más o menos perfecto, de si tienes fallos o no, sino si decides o no coger esos fallos con ambas manos, mirarlos a los ojos y decidir aprender y mejorar. Nunca serás perfecta pero siempre serás cada vez un poco mejor.
Cuando pienso en mí siento una oleada de sensaciones y cada vez son más buenas.
Soy una persona sensible pero cada vez más lógica.
Soy cabezota pero intento usarlo a mi favor, para conseguir cosas positivas.
Soy curiosa pero intento no meter mis narices donde no me llaman y usarlo para aprender cosas nuevas.
Soy entregada pero selecciono con quién y cuánto.
Soy impaciente pero trabajo en disfrutar de cada momento.
Soy joven y siento que estoy en mi mejor momento. Eso hace que me quiera y me sienta bien. No me voy a martilizar si algo no me sale como quiero, ¡es absurdo!, y si cometo errores los usaré como lecciones que irónicente me doy a mi misma. Soy buena persona y única. Una buena amiga, buena hija y compañera. Me siento segura de mí misma y no dejaré que eso cambie. Lucharé por mi y por las personas que quiero para seguir así. Y sentirme cada vez mejor, más feliz, más especial y hasta ¡sexy!, ¿por qué no?. Cuando quiero puedo ser hasta sexy aveces. Y si no, no hace falta ser sexy con tu exterior. Si lo eres por dentro, todos te verán linda. Y ahora me siento florecer.
¡Es mi momento!
- ¿Y si arriesgo y pierdo?
+¿Y si arriesgas y ganas?...
7, es el número de bola que metí primero.
6, el total de cortos que hemos visto hoy.
5, los amigos que éramos.
4, las veces que he deseado memorizar el momento.
3, pensamientos positivos que me hacian olvidar y disfrutar.
2, los días que hemos compartido juntos.
1, la batalla en la que ha ganado la razón al corazón.
0, porcentaje de miedo.
1, objetivo que estoy cumpliendo.
2, los que juntos estamos luchando.
3, deseos que me gustaria pedir.
4, días mínimos que tendré que esperar.
5, dedos que acarician la almohada.
6, sonrisas furtivas.
7, colgado en mi pared.
